Al nordeste de San Francisco de Macorís se encuentra la Reserva Científica Loma Quita Espuela, considerada como el conglomerado de bosque pluvial más grande de la isla y la principal oferta ecoturística por la que los francomacorisanos muestran gran orgullo.
Esta reserva es madre de buena parte de las aguas del nordeste. En ella nacen cerca de 60 fuentes de agua. Su hidrografía es tan especial que se puede considerar como única en el aprovisionamiento de agua para consumo doméstico y riego en la región de Salcedo, San Francisco de Macorís, Pimentel y Nagua.
En esta área nacen los ríos Jaya, Cuaba, Cuevas, Nagua, Los Bracitos, Quebrada Prieta y los arroyos La Lagunita, El Arroyaso, Las Cañas, Los Guineos, Brazo Grande y Piedra Blanca.
Esta reserva cuenta con más de 11% de la diversidad de fauna y flora del país y es un hogar natural del Solenodon paradoxus, un mamífero único en el mundo y un fósil viviente en franca vía de extinción.
Esta área protegida con 74 kilómetros de extensión, tiene una riqueza florística evaluada en 639 especies de plantas, de las cuales 540 son espermatofitas (con estructuras sexuales definidas) y 99 son pteridofitas (helechos).
La fauna silvestre está debidamente representada por 24 especies de insectos, entre ellos una mariposa conocida como Greta diáfana Quisqueya, reportada por Albert Schwartz en 1982 en su famoso libro The Butterflies of Hispaniola (es endémica de la isla y tiene su hábitat precisamente en bosque pluvial de esta área protegida).
Tiene asimismo nueve especies de peces, entre ellos la Anguilla rostrata (único especimen de la familia Anguillidae reportada en la región del Caribe), una especie marina que sale del Océano Atlántico para penetrar en el río Boba y escalar aguas arriba hasta elevarse a las montañas e irle a contar el secreto de las profundidades de los mares a sus compañeras que habitan en las aguas de las cumbres cordilleranas.
Por otro lado, también se han reportado nueve especies de anfibios, siete de los cuales son endémicos (únicos en el mundo), siendo los más abundantes los sapitos Eleutherodactylus abbotti y E. flavescens y el lagarto más distinguido (del grupo de los reptiles), el Anolis christophei, el cual presenta una población única (pero muy bien representada) para la zona de Quita Espuela, alcanzando su mayor abundancia en la hojarasca del bosque pluvial intacto que va desde la Loma La Canela hasta el mismo terreno firme de Quita Espuela (985 metros sobre el nivel del mar). Los reptiles en su conjunto están representados por 18 especies, 13 de las cuales son endémicas. La avifauna de la Reserva Científica de Quita Espuela, por su lado, tiene 58 especies, con un 40% de endemismo.
Quita Espuela no sólo es una reserva científica donde la naturaleza atesora secretos que aún los especialistas no alcanzan a descifrar, sino que estas montañas hermosamente acolchadas por una alfombra verde ininterrumpida de casi 50 kilómetros cuadrados, es ante todo, una reserva de agua, en vista de la gran cantidad de manantiales que escurren las lágrimas de alegría que depositan permanentemente las nubes que son impulsadas por los vientos alisios del nordeste (para formar el bosque nublado), las cuales acarician suavemente las sinuosidades orográficas de estas primeras elevaciones de la Cordillera Septentrional, que se oponen resueltamente a su paso.
FUENTE: PERIÓDICO HOY
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